El mejor líder es el silencioso
No me malinterpreten, no estoy promoviendo el silencio… o tal vez sí.
Algo que te enseña la experiencia es que cuando te encuentras con un equipo nuevo es necesario tomarte una pequeña pausa y conocerlos detenidamente. Haces reuniones donde el tema gira en torno a ellos, hace pocas preguntas (todas abiertas) mientras permaneces en silencio escuchando detenidamente todo lo que te dicen. Así aprendes a conocerlos, a saber cómo hacen las cosas, a encontrar en ellos pequeñas cosas que también tienes tú para permitirte hacer un vínculo adicional. En silencio puedes observar y concentrarte en encontrar pequeños detalles que te hace valorar rápidamente a las personas. Eso ayuda, porque genera un vínculo que va más allá de esa primera reunión.
En silencio puedes ver también cómo interactúan entre ellos, que valoran más y a qué le tienen miedo. Te permite tener un panorama de cómo son y que debes potenciar de ellos. Tienes una aproximación a sus problemas y una perspectiva diferente en caso requieran alguna orientación al respecto.
Una vez que presentas tu plan y la forma como trabajas, el silencio también te permitirá saber (por sus reacciones) cómo reaccionan frente a las nuevas exigencias, te dará una pauta cómo se adaptarán y te permitirá saber quién está contigo desde el inicio y con quién te costará un poco más.
El silencio también te ayudará a tomar otra estrategia cuando “te choques contra una pared”, te da la pausa necesaria para no decir o escribir algo con impulsividad. Y te dará la respuesta que necesitas para superar el momento.
Pero el silencio también te permitirá callar tu propio ego cuando consigas los objetivos deseados, porque para entonces entenderás que no existe mejor manera de lograr las cosas que con tu equipo.
Te invito a promover el silencio.
