Gestiona tu cambio
He leído y vivido muchas experiencias de cambio en las organizaciones y por ello, leído información de cómo gestionar el cambio organizacional. Siento que a la mayoría de publicaciones les hace falta un ítem más en sus recomendaciones (algunas si lo tienen): Gestionar el cambio personal.
Cambiar significa entre otras cosas, dejar de hacer lo que estás acostumbrado hacer. Y cambiar muchas veces tiene diferentes significados. Cambias porque los resultados no te acompañan. Cambias porque la competencia te adelanta. Cambias para tomar la delantera. Cambias porque la tendencia te dice que debes hacerlo. Cambias porque las generaciones lo hacen y buscan otras cosas. En fin, cambias porque algo en tu entorno lo hace y el no hacerlo, te hace o puede hacer perder en tus resultados.
Por naturaleza, los seres humanos también cambiamos. El adaptarnos a nuevas realidades y vivir otro tipo de experiencias nos hace querer las cosas de otra manera, y cambiamos. El ejemplo más claro es cuando te comparas con tus padres, los cuales vivieron otro tipo de experiencias y valoran otro tipo de cosas que tú. Al margen que te hayan educado “a su manera”, tú eres diferente.
La evolución natural nos hace cambiar de forma silenciosa pero es necesario hacerlo de forma consciente también. Y es acá donde hablamos de Gestionar el cambio personal.
Gestionar el cambio personal se inicia haciendo un autoanálisis de quienes somos y a donde queremos llegar. Solo así podemos idear un plan que considere etapas que debemos pasar para llegar a nuestros objetivos. En este plan hay que considerar capacitaciones que nos permitan estar mejor preparados. También es necesario considerar posibles variables extrañas que podrían alargarnos o acortarnos el camino. A nivel profesional, estar atento a lo que pasa en el mundo, nos permite estar preparados a posibles crisis que afectan el desarrollo de muchos. Lo cual puede convertirse en una ventaja competitiva. Otro diferencial es no rehuir de la tecnología, adaptarnos e investigar hasta donde podemos llegar con ella. Pero sin duda, lo más importante es tener la mente abierta al cambio y saber que lo único que no cambia en la vida es la necesidad de seguir cambiando.
