La importancia de romper las argollas en el trabajo
Cuando expresamos el término argolla en el ámbito laboral, la asociamos inmediatamente con algo negativo. El RAE menciona la palabra “camarilla” como sinónimo. Y la definición que da al respecto es: “conjunto de personas que influyen subrepticiamente en los asuntos de Estados o en las decisiones de alguna autoridad superior”. Subrepción significa “acción oculta y a escondidas” y “ocultación de un hecho para obtener lo que de otro modo no se conseguiría”. En resumen, hablamos de: 1) un conjunto de personas, 2) la influencia sobre personas de poder o decisión y 3) la ocultación de información al resto. Dicho de otro modo, la argolla es: “un conjunto de personas que maneja información “privilegiada” y que tienen influencia sobre alguna persona de poder”.
En mi experiencia laboral me he encontrado muchas veces con argollas de muchos tipos y la conclusión que tengo es que no producen nada positivo para la empresa, todo lo contrario, tiene tres grandes efectos nocivos:
1) Genera un estado de confort en las mismas personas que la componen y esto se da porque se siente “protegidos” por alguien que tiene poder dentro de una empresa y no hacen nada (o muy poco) para seguir desarrollándose.
2) Genera rumores dentro de la empresa y esto a su vez crea mal clima organizacional ya que las demás personas (que son la mayoría) se sienten diferenciadas.
3) Genera tomar malas decisiones. Los líderes que se ven influenciados por una argolla, tienen solo una visión de las cosas, por lo cual no consideran otros aspectos o puntos de vista importantes para el desarrollo de la empresa.
Entonces, ¿cómo deshacernos de ella?
Si eres un líder o gestor de equipos, tal vez te ayuden un poco estos consejos.
1) Si acabas de cambiar de empresa y necesitas contratar personas para tu equipo, evita llevar a personas que trabajaron contigo en el pasado por más de dos años (a menos que sea un puesto difícil de hallar en el mercado). Cuando has pasado más de dos años es posible que exista un vínculo mayor al del jefe – empleado y eso podría ser perjudicial para el nuevo equipo, así como tu objetividad como jefe. Las personas finalmente tenemos aspectos inconscientes que muchas veces no consideramos y la mayoría de veces se juntan e impactan en nuestras decisiones.
2) Si llevaste a alguien de tu equipo anterior por alguna razón, persevera en tratarlo igual que al resto. Las diferenciaciones solo logran que el equipo se rompa.
3) Pon reglas claras para todos y cúmplelas. El ejemplo es la mejor receta para que un equipo se cohesione rápidamente y se eviten las argollas.
4) Evita las comunicaciones diferenciadas. Nada te impide hablar con cada miembro de tu equipo a solas, pero cualquier tema que impacte directamente en el equipo debe hacerse a todo el equipo. Recordar que los rumores tienen un efecto nocivo en las organizaciones.
5) Cuando escuches un rumor, córtalo de raíz. Reúne si es necesario a las personas que dan esa información y compara pareceres. El rumor impacta directamente en el clima organizacional y en el desempeño de las personas. No dejes que un rumor crezca, elimínalo.
6) Si ves una conducta dañina de alguna persona, conversa con ella pero si se vuelve recurrente, prescinde de ella. Las personas muchas veces tienen conductas que vienen de casa y son difíciles de cambiar.
Es bueno recordar que una organización se hace mejor cuando se profesionaliza.