Gestionando equipos
He liderado muchas veces equipos, pero recuerdo con mucho cariño la vez que tuve que laborar con personas completamente disímiles entre ellas y conmigo mismo. Ha sido la experiencia más enriquecedora que he tenido como jefe, ya que además de ser un equipo de casi 10 personas, puse en práctica parte de esos conocimientos que no se aprenden en un aula, sino que son parte de tu vida y hoy los comparto:
Toda persona tiene siempre algo que enseñar al equipo.
Nunca más cierta esta afirmación, las personas muchas veces no lo saben, pero tienen siempre “algo” que deben transmitirlo y generarán un impacto positivo sobre el resto.
Propón objetivos claros y evalúalos
Siempre es mejor trabajar inicialmente con el equipo que recibes, proponer objetivos claros desde el inicio y evaluar los resultados genera un impacto más positivo y un equipo más cohesionado.
Resalta las virtudes antes que lo defectos
Seamos claros, todos tenemos características positivas que potencian y negativas que restan. Pero cuando vives una cultura positiva, se genera un ambiente “indestructible” y se trabaja mejor en equipo porque nos sentimos “más fuertes”.
Eres el responsable de lo malo y tu equipo de lo bueno
Este concepto no es fácil de asimilar. Como todo equipo, se requiere tiempo para la cohesión, es necesario asumir la responsabilidad de los problemas que se generen inicialmente pero dar el crédito de lo positivo a ellos. A menos los primeros meses.
Actúa con justicia
Este concepto está referido a que la igualdad es dar lo mismo a todos, pero no todos necesitan lo mismo en la misma proporción. Ser justo significa (en este caso) dar más a quien lo necesita más.
Se objetivo
Ante una circunstancia dentro del equipo es necesario analizar y tomar decisiones de acuerdo al análisis de la información recabada dentro de un tiempo prudencial que no afecte el desarrollo de los objetivos.
Elimina el rumor
En todos los equipos se crean rumores que no hacen nada más que alimentar el mal clima laboral. Es necesario cortar de raíz esto y confrontarlo con mucha comunicación. El rumor crece cuando la comunicación no es abierta o se le otorga sólo a una parte del equipo.
Eliminar las argollas
Nadie puede decirle a alguien con quien debe o no debe juntarse, pero si puede crear espacios para que el grupo entero se exprese. Este ejercicio ayudó de manera notable en la cohesión del equipo. Las personas se conocieron más y valoraron más el lado personal del equipo. El almuerzo es la mejor hora para esto.
Ser gestor de persona significa inicialmente, hacer todo lo necesario para que el equipo se sienta como en casa cumpliendo los objetivos propuestos. Pero también hacer que esas mismas personas se reten y se hagan mejores en el tiempo siendo felices en el proceso.
Y tú, ¿Qué pones en práctica cuando gestionas personas?